|
|
La Junta recuerda que tampoco los adoquines eran el pavimento original. El monumento volverá a abrirse al tránsito peatonal a finales del 2007.
15/11/2006 MANUEL RUIZ DIAZ
Los delegados de la Junta, ayer, en su visita a las obras del puente, sobre el nuevo pavimento.
Foto:SANCHEZ MORENO
El nuevo pavimento de la calzada del Puente Romano será de losas de granito rosa, que sustituirán a los adoquines que había hasta ahora, fruto de una remodelación llevada acabo en 1927 para hacer frente al naciente tráfico de vehículos a motor.
Ahora, los responsables de la restauración del puente argumentan justo lo contrario para justificar la nueva pavimentación, que responde, según la documentación aportada por la Junta, "a la demanda de tránsito exclusivamente peatonal". Por eso, también se eliminan las aceras, lo que conferirá a la calzada "atributos de paseo fluvial".
El delegado del Gobierno de la Junta, Antonio Márquez, visitó ayer junto al resto de delegados provinciales las obras del monumento, donde se ha culminado la primera fase de los trabajos, iniciados en octubre del 2005, consistente en la consolidación de la estructura y cimentación. Márquez admitió que la rehabilitación "da una visión completamente distinta de lo que hemos conocido hasta ahora", pero subrayó la escrupulosidad y el respeto" con el que se ha acometido la obra para devolver al puente la imagen histórica que tenía en el siglo XIX.
De hecho, los pretiles que presenta el puente en la actualidad se construyeron en 1910 y tenían una cornisa saliente que nunca tuvo el monumento a lolargo de su historia. El nuevo pretil sin saliente se asemeja al que ofrecen las imágenes de las fotografías y grabados anteriores a esa fecha. Además, los parámetros verticales del puente están siendo sometidos a la retirada de un revestimiento de mortero que se aplicó a primeros del siglo XX y al descubrimiento de los sillares originales de piedra. Los restauradores pretenden que se puedan apreciar las distintas reconstrucciones habidas a través del tiempo. Con el mismo criterio se interviene en los arcos y en las pilas del puente.
Pero lo más visible y llamativo de lo hecho hasta ahora es la parte de la calzada donde ya se ha colocado el pavimento, como reconoció ayer el delegado de Obras Públicas de la Junta, Francisco García, que insistió en que "se ha quitado al puente la imagen funcionalista que se le dio a principios de siglo XX , dirigida al paso de vehículos", y explicó que para recuperar el monumento para su uso peatonal se ha buscado una solería con una "geometría parecida a la medieval, aunque aquellas piezas eran más irregulares porque entonces no existía la tecnología con que contamos ahora". García añadió que "estamos tranquilos porque el proyecto ha sido aceptado por multitud de colectivos y hemos sido respetuosos".
INTERVENCION HISTORICA Pero por encima de detalles concretos, el delegado del Gobierno, Antonio Márquez, destacó ayer la importancia de estas obras. "Se trata de la intervención más importante de los últimos siglos en la historia de la ciudad". No en vano, la reforma del puente forma parte de una actuación integral que supera los 30 millones de euros de inversión y que afecta a las dos orillas del Guadalquivir. En las obras se incluye también la restauración de la Torre de la Calahorra, la Puerta del Puente y el centro de recepción de visitantes. Todo el conjunto estará ultimado para el 2008, mientras que la apertura al tránsito del Puente Romano se llevará a cabo a finales del 2007.
Para Márquez, esta obra pone de manifiesto el compromiso de la Junta con Córdoba, pues esta inversión es "un elemento básico para poder aspirar a la capitalidad cultural".